sábado, 18 de marzo de 2017

UNA ONG QUE LLEVA MI NOMBRE

He llegado a  la conclusión de  que soy  mi propia ONG . 

Parece  que una parte de mi cuerpo y de mi espíritu han sido  abandonados a la vera del camino . Soy idéntico a cualquier individuo humillado del Tercer Mundo. La ayuda urgente que necesito sólo puede prestármela esa otra parte  interior de mi mismo  que  aún sabe amar a  cambio de nada.

Hoy son plaga  los jóvenes  que buscan un lugar para  echar  una mano y darse a una aventura solidaria.  A veces entorpecen la  labor de médicos y misioneros, pero para ellos es un método de salvación personal. Mucha gente dona  en varias ONG y así su conciencia queda a salvo sin salir de casa, pero si  se examinan por dentro  descubren  que también son refugiados de sí mismos . 

Pronto  me dispondré a dar  mi particular vuelta al mundo para  desprenderme por el camino de lo peor de mi: la vanidad, los miedos  que arrastro desde mi infancia, esa  enfermiza  compasión que tengo de mi , y esta destrucción que siento abrirse en mí otra mitad, que necesita socorrerme, vacunarme de tantas cosas  que no vienen a  cuento. 

De este modo hoy mismo pienso llevar en camilla a mi parte destruida a esa mesa comedor de casa   donde  me escondía para inventar historias imaginadas,  y después iré con ella a andar a  la Collserola  , donde pasearé tan feliz  y tan campante, y  luego viajaré muy lejos  al otro lado del Atlántico, y finalmente, allí,  a la caída de la tarde,  escucharé canciones de Amancio Prada mientras leo los versos más ebrios de  Bukowski

Sin moverme de esa casa más allá del mundo , puede que a las tres de la madrugada obligue a mi parte destrozada  a soñar con que se encuentra abrazado a ella, como el naufrago que soy.

Así  por  lo menos seré la ONG de mí mismo.




1 comentario:

  1. Magnífico.
    Parece ser que los "fóbicos" huimos. Quizá sea eso, un destino de esa huida.

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